Algunas de las galaxias activas con agujeros negros supermasivos en su centro que fueron utilizadas en este nuevo estudio aparecen marcadas con cruces rojas en esta imagen (Foto: Especial CFHT/IAP/Terapix/CNRS/ESO )
Jueves 14 de julio de 2011 Renata Sánchez | El Universal00:56
"Estos nuevos resultados nos brindan una nueva visión sobre cómo los agujeros negros supermasivoss comienzan a alimentarse. Nos indican que los agujeros negros son normalmente alimentados por un proceso propio de la galaxia, como inestabilidades en el disco y estallidos estelares, en lugar de colisiones entre galaxias", dijo Viola Allevato, del Instituto Max Planck de Física de Plasma, autora principal del estudio.
Los científicos observaron el llamado campo COSMOS, un área similar a 10 veces la Luna llena, en la constelación de Sextans, donde hallaron 600 galaxias activas, de las cuales la mayoría no fueron encendidas por la fusión de galaxias.
La presencia de núcleos galácticos activos se detecta por los rayos-X emitidos alrededor del agujero negro, que fueron captados por el observatorio espacial de rayos-X XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Estas galaxias fueron subsecuentemente observadas con el Very Large Telescope (VLT) de ESO en Cerro Paranal, lo que permitió medir las distancias de estas galaxias. Al combinar las observaciones, el equipo fue capaz de crear un mapa tridimensional que muestra dónde yacen las galaxias activas.
"Nos costó más de cinco años, pero fuimos capaces de generar uno de los mayores y más completos inventarios de galaxias activas en rayos-X en el cielo", dijo Marcella Brusa, una de las autoras del estudio que se publicará en la revista especializada The Astrophysical Journal.
La zona COSMOS ha sido cartografiada por numerosos telescopios en diferentes longitudes de onda, pero este estudio recabó datos de los albores del Universo, hace 12 mil millones de años, cuando la materia estelar estaba más junta.
De acuerdo con los expertos, las galaxias activas más brillantes fueron más comunes en el Universo unos tres o cuatro mil millones de años después del Big Bang, mientras que las menos brillantes son posteriores, alcanzando su máximo unos ocho mil millones de años después de la Gran Explosión.
"Incluso en el pasado distante, hace unos 11 mil millones de años atrás, las colisiones entre galaxias sólo pueden explicar un pequeño porcentaje de las galaxias activas con brillo moderado. En ese tiempo las galaxias estaban muy juntas, por lo que era esperable que las fusiones fueran más frecuentes que en un pasado más reciente, por eso estos nuevos resultados son tan sorprendentes", dijo Alexis Finoguenov, quien supervisó la investigación.
Un equipo internacional de científicos encontró que los agujeros negros se activan dentro de galaxias masivas con mucha materia oscura, y no por la colisión de galaxias, informó en un comunicado el Observatorio Eruopeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés).
El equipo descubrió que la mayoría de los núcleos activos residen en galaxias con masas 20 veces mayores que el valor predicho por la teoría de fusiones. "Estos nuevos resultados nos brindan una nueva visión sobre cómo los agujeros negros supermasivoss comienzan a alimentarse. Nos indican que los agujeros negros son normalmente alimentados por un proceso propio de la galaxia, como inestabilidades en el disco y estallidos estelares, en lugar de colisiones entre galaxias", dijo Viola Allevato, del Instituto Max Planck de Física de Plasma, autora principal del estudio.
Los científicos observaron el llamado campo COSMOS, un área similar a 10 veces la Luna llena, en la constelación de Sextans, donde hallaron 600 galaxias activas, de las cuales la mayoría no fueron encendidas por la fusión de galaxias.
La presencia de núcleos galácticos activos se detecta por los rayos-X emitidos alrededor del agujero negro, que fueron captados por el observatorio espacial de rayos-X XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Estas galaxias fueron subsecuentemente observadas con el Very Large Telescope (VLT) de ESO en Cerro Paranal, lo que permitió medir las distancias de estas galaxias. Al combinar las observaciones, el equipo fue capaz de crear un mapa tridimensional que muestra dónde yacen las galaxias activas.
"Nos costó más de cinco años, pero fuimos capaces de generar uno de los mayores y más completos inventarios de galaxias activas en rayos-X en el cielo", dijo Marcella Brusa, una de las autoras del estudio que se publicará en la revista especializada The Astrophysical Journal.
La zona COSMOS ha sido cartografiada por numerosos telescopios en diferentes longitudes de onda, pero este estudio recabó datos de los albores del Universo, hace 12 mil millones de años, cuando la materia estelar estaba más junta.
De acuerdo con los expertos, las galaxias activas más brillantes fueron más comunes en el Universo unos tres o cuatro mil millones de años después del Big Bang, mientras que las menos brillantes son posteriores, alcanzando su máximo unos ocho mil millones de años después de la Gran Explosión.
"Incluso en el pasado distante, hace unos 11 mil millones de años atrás, las colisiones entre galaxias sólo pueden explicar un pequeño porcentaje de las galaxias activas con brillo moderado. En ese tiempo las galaxias estaban muy juntas, por lo que era esperable que las fusiones fueran más frecuentes que en un pasado más reciente, por eso estos nuevos resultados son tan sorprendentes", dijo Alexis Finoguenov, quien supervisó la investigación.
Este mapa muestra la ubicación del campo COSMOS en la constelación de Sextans. En el mapa se señalan la mayoría de las estrellas visibles a simple vista bajo buenas condiciones y el campo COSMOS está marcado con un cuadrado azul.
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