Brenda Jensen, en una conferencia en la Universidad de California. | Rich Pedroncelli
Por segunda vez en el mundo, una mujer de California ha recibido un trasplante de laringe que le ha permitido recuperar la voz después de 11 años. Gracias a la operación, Brenda Jensen (52 años) ha podido pronunciar sus primeras palabras a los médicos y a sus padres: "Me siento muy agradecida por haber tenido esta oportunidad. Es un milagro. Estoy hablando y sigo hablando ante el asombro de mi familia y de mis amigos".
Un final feliz para una mujer que llevaba mucho tiempo esperando que el trasplante se hiciera efectivo. "Esto supone un nuevo comienzo para mí", afirma Brenda. Hasta la fecha, el único precedente exitoso que existe es el trasplante de laringe que se realizó en 1998, en la Clínica de Cleveland (Ohio, EEUU). Los resultados fueron positivos como consta en un artículo publicado en la revista 'New England Journal of Medicine' (aunque en esta ocasión, además de la laringe se le trasplantó la tráquea). Aunque el paciente sufrió algunas infecciones que se resolvieron con éxito, a los tres años ya había recuperado el habla, el sentido del gusto, del olfato y podía tragar sin problema. Estos son los avances que espera alcanzar Brenda: "Me esfuerzo al máximo para entrenar los músculos y tragar".
"Este tipo de trasplantes ya se han realizado anteriormente, por ejemplo, en el Hospital 12 de Octubre (Madrid), pero los resultados no han sido especialmente brillantes. Por eso hay poca literatura científica publicada al respecto", afirma a ELMUNDO.es Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Brenda no presentaba cáncer. Su laringe quedó dañada debido a las complicaciones derivadas de una intervención de riñón a la que se sometió en 1999. "Probablemente, tuvieron que tenerla intubada mucho tiempo", señala el director de la ONT. Ni podía hablar ni tampoco podía respirar por sí sola. Tuvieron que hacerle una traqueotomía y para comunicarse, se servía de un dispositivo electrónico que producía sonidos artificiales. En estas situaciones, añade el especialista español, "la indicación del trasplante es pertinente".
El pasado mes de octubre la paciente estadounidense entró de nuevo en quirófano. La operación duró unas 18 horas en el transcurso de dos días. Los cirujanos que realizaron la intervención, de la Universidad de California y el Centro Médico Davis, le reemplazaron la laringe, la tráquea y la glándula tiroides con los de un donante que había muerto en un accidente. Sólo 13 días desupés pudo pronunciar sus primeras palabras: "Buenos días. Quiero irme a casa".
Ahora Brenda está encantada con su nueva situación y espera cumplir pronto nuevos restos: recuperar el sentido del gusto y del olfato.
Un final feliz para una mujer que llevaba mucho tiempo esperando que el trasplante se hiciera efectivo. "Esto supone un nuevo comienzo para mí", afirma Brenda. Hasta la fecha, el único precedente exitoso que existe es el trasplante de laringe que se realizó en 1998, en la Clínica de Cleveland (Ohio, EEUU). Los resultados fueron positivos como consta en un artículo publicado en la revista 'New England Journal of Medicine' (aunque en esta ocasión, además de la laringe se le trasplantó la tráquea). Aunque el paciente sufrió algunas infecciones que se resolvieron con éxito, a los tres años ya había recuperado el habla, el sentido del gusto, del olfato y podía tragar sin problema. Estos son los avances que espera alcanzar Brenda: "Me esfuerzo al máximo para entrenar los músculos y tragar".
"Este tipo de trasplantes ya se han realizado anteriormente, por ejemplo, en el Hospital 12 de Octubre (Madrid), pero los resultados no han sido especialmente brillantes. Por eso hay poca literatura científica publicada al respecto", afirma a ELMUNDO.es Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Cabe destacar, según el doctor Matesanz, que "la patología más frecuente por la que puede indicarse esta intervención es el cáncer y, ante la posibilidad de que el tumor vuelva a aparecer (los medicamentos para evitar el rechazo, además, pueden incrementar el riesgo de recidivas), suelen plantearse bastantes dudas".
Brenda no presentaba cáncer. Su laringe quedó dañada debido a las complicaciones derivadas de una intervención de riñón a la que se sometió en 1999. "Probablemente, tuvieron que tenerla intubada mucho tiempo", señala el director de la ONT. Ni podía hablar ni tampoco podía respirar por sí sola. Tuvieron que hacerle una traqueotomía y para comunicarse, se servía de un dispositivo electrónico que producía sonidos artificiales. En estas situaciones, añade el especialista español, "la indicación del trasplante es pertinente".
El pasado mes de octubre la paciente estadounidense entró de nuevo en quirófano. La operación duró unas 18 horas en el transcurso de dos días. Los cirujanos que realizaron la intervención, de la Universidad de California y el Centro Médico Davis, le reemplazaron la laringe, la tráquea y la glándula tiroides con los de un donante que había muerto en un accidente. Sólo 13 días desupés pudo pronunciar sus primeras palabras: "Buenos días. Quiero irme a casa".
Ahora Brenda está encantada con su nueva situación y espera cumplir pronto nuevos restos: recuperar el sentido del gusto y del olfato.
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