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viernes, 26 de agosto de 2011

Cruza con neandertales nos hizo más fuertes

Los homo sapiens logramos reforzar nuestro sistema inmune gracias a sus contribuciones genéticas, pero nos hizo vulnerables a las enfermedades autoinmunes
Mapa mundi con el porcentaje de herencia neandertal. De azul a rojo, de menos a más. (Foto: Tomada de ElMundo.es )
Viernes 26 de agosto de 2011 Renata Sánchez | El Universal00:27



Los neandertales y denisovanos mejoraron la genética de los homo sapiens euroasiáticos al aportar alelos que reforzaron al sistema inmune, pero al mismo tiempo provocó que al llegar a la madurez las defensas atacaran al cuerpo, concluyeron científicos en un artículo que se publica en la revista especializada Science.
El equipo de científicos internacionales, dirigidos por Peter Parham, de la Universidad de Stanford, encontró que gracias a que existieron las cruzas entre las tres especies se introdujeron las variantes de genes HLA que son capaces de reconocer y destruir patógenos.
Esta clase de genes son altamente mutables, por lo que se adaptan rápidamente a la evolución de los virus, dando gran parte de la flexibilidad que posee nuestro sistema inmune.
"El sistema de genes HLA, el cual es muy diverso, es como una lupa", dijo  Laurent Abi-Rached, investigador del laboratorio Parham.
Aunque los humanos modernos, neandertales y denisovanos compartan un ancestro común en África, el grupo se separo en distintas poblaciones hace 400 mil años. El linaje del neandertal migró al noreste de Asia y Europa y los denisovanos al este de Asia; mientras los homo sapiens se quedaron en África hasta que hace 65 mil años se expandieron a Eurasia y se encontraron con los otros grupos humanos.
En mayo de 2010 otro equipo internacional de científicos encontró que los homo sapiens euroasiáticos compartían de 1 a 4% de sus genes con los neandertales, por lo que se replanteó que "hubo un momento de contacto" o "flujo génico" entre ambas especies a través del contacto sexual hace unos 80 mil  ó 50 mil años en Oriente Próximo, después de que el humano moderno abandonara África.
Lo que nos hizo más fuertes
Los investigadores estiman que los europeos deben 50% de sus variantes genéticas que reforzaron su sistema inmune por cruzarse con los neandertales y los denisovanos, los asiáticos deben hasta 80% y las poblaciones de Papua Nueva Guinea, hasta 95%.
Debido a la expansión del ancestro del hombre moderno fuera de África sólo esas poblaciones cuentan con estas variantes, pero no las que se quedaron en África.
Los investigadores determinaron que la variante HLA-B*73 proviene de los denisovanos, al comparar con muestras actuales la secuencia del genoma de un hueso del dedo y un diente que se encontraron en 2008 en una cueva de Siberia.
El flujo de genes desde los denisovanos en los humanos modernos dejó la mayor frecuencia de los alelos HLA-B*73 en las poblaciones en el oeste de Asia, por lo que es el sitio más probable para el apareamiento fortuito entre las especies.
Otras variedades de los genes HLA surgieron a partir de otros cruzamientos que se encuentran en frecuencias mucho mayores. Como son los HLA o HLA-A*11 que representan hasta 64% de las variantes en el Este de Asia y Oceanía, con mayor frecuencia en personas de Papúa Nueva Guinea
"Ciertos rasgos procedentes de estos homínidos primitivos se han convertido en la forma dominante. La interpretación probable es que estas variantes de HLA de clase proporcionan una ventaja a los humanos modernos por lo que se elevó a las altas frecuencias", dijo Parham en un comunicado que publica la Escuela de Medicina de la Univesidad de Standford.
¿A qué costo?
Algunos científicos creen que esta aportación genética generó una desventaja que ocurre después de la maduración reproductiva: que nuestro sistema inmunológico actúe en contra de nuestro cuerpo.
"Hay una enorme variación genética en los sistemas inmunológicos de las personas que pueden controlar cómo las personas atacan las enfermedades, lo que podría contribuir a explicar por qué algunas personas son mejores en la lucha, pero creemos que también en cierta medida ayudaría a explicar por qué algunas personas son susceptibles a las enfermedades autoinmunes, dijo al diario británico The Guardian Paul Norman, co-autor del artículo.
Las enfermedades autoinmunes son condiciones que se presentan cuando el sistema inmune ataca al cuerpo, por lo general cuando se identifica erróneamente los tejidos como agentes externos, y por lo tanto potencialmente peligroso.
"La gran mayoría de las enfermedades autoinmunes se han mostrado en estudios genéticos se asocian con los alelos HLA, particularmente los que provienen de los denisovanos. Por lo tanto, me parece que los humanos modernos adquirieron estos alelos, pero no eran una especie de preparado para ellos, no había crecido con ellos, y en algunos casos, podrían comenzar a atacarnos, así como los virus de la y otros patógenos", agregó Norman.
El grupo está investigando una variante de un gen llamado HLA-B51, que entró en el cruce con los neandertales y que ya se había relacionado con la enfermedad de Behçet, una enfermedad inflamatoria rara y crónica.
 

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