FE. En el Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, el INEGI informó que la religión católica tuvo un descenso en el número de fieles, de 87.9% a 82.7% (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
Jueves 21 de abril de 2011 Miguel Ángel Sosa | El Universal
miguel.sosa@eluniversal.com.mx
La diversidad religiosa debe enriquecer a la sociedad y no ser factor de división, afirmó el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
El organismo dijo que la sociedad mexicana no tiene un rostro homogéneo y la convivencia con personas diferentes plantea el reto de establecer relaciones respetuosas y sin discriminación.
En el país, explicó, la diversidad religiosa ha ido creciendo, según dan cuenta diversas fuentes de información estadística como el Censo Nacional de Población y Vivienda 2010.
En un comunicado, la institución que encabeza Ricardo Bucio Mújica dijo que la religión no es percibida por la población como uno de los factores que más provoque división en el interior de la sociedad mexicana.
Los resultados del último ejercicio estadístico nacional que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que en los últimos 10 años ha habido cambios en las creencias religiosas de los mexicanos.
La religión católica tuvo un descenso en el número de fieles, que va de 87.9% a 82.7% (83.9% si se excluyen los no especificados del total).
En contraparte, las iglesias evangélicas en sus diversas expresiones (protestantes históricas, pentecostales) son seguidas por 7.5% de la población.
Siguiendo en el rubro del cristianismo, el Conapred explicó que ahora también son relevantes iglesias no clasificadas como evangélicas, como los Testigos de Jehová (1.4% de seguidores), los Adventistas del Séptimo Día (0.6%) y los Mormones (0.3%).
Factor de discordia
La Encuesta Nacional de Discriminación en México (Enadis) 2010 revela que 35.6% de la población percibe que la religión provoca mucha división.
No obstante, en comparación con otros elementos evaluados con relación a qué intensidad la religión divide a la personas, se afirma que ésta no es uno de los principales factores de polarización, pues en primer lugar se ubica a la riqueza, con 59.6%.
En segundo lugar están los partidos políticos, con 46.9%; en tercero, la educación, con 44.4%, y la repartición de apoyos del gobierno, con 40%, dejando a la religión en el octavo sitio.
El Conapred explicó que todas las religiones han dado un paso en torno a la dignidad y a la libertad religiosa, ya que se entienden y promueven actualmente las diferencias, contrario a la lucha por imponer una sola religión.
Pero si no se entienden las diferencias propias de cada grupo, se corre el riesgo de violentar la dignidad en nombre de la igualdad, afirmó.
“La dignidad como núcleo constitutivo del ser humano conlleva necesariamente hablar de igualdad”, agregó.
El Conapred consideró que, por su naturaleza, la religión debe ser un factor que contribuya a combatir la discriminación, sin negar que, de hecho, en diversas ocasiones las creencias y convicciones religiosas han sido utilizadas para alentar esta práctica lesiva.
“Cada religión puede tener diferentes formas de describirse como ser creado, sin embargo todas ellas coinciden en la relevancia y centralidad del ser humano y por tanto hacer valer los derechos en función de su igualdad y del respeto que debe prevalecer ante las diferencias”, consideró la institución.
En este sentido, dijo, se ha iniciado un acercamiento con las distintas iglesias y comunidades religiosas para trabajar juntos en pro de la no discriminación.
La diversidad religiosa debe enriquecer a la sociedad y no ser factor de división, afirmó el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
El organismo dijo que la sociedad mexicana no tiene un rostro homogéneo y la convivencia con personas diferentes plantea el reto de establecer relaciones respetuosas y sin discriminación.
En el país, explicó, la diversidad religiosa ha ido creciendo, según dan cuenta diversas fuentes de información estadística como el Censo Nacional de Población y Vivienda 2010.
En un comunicado, la institución que encabeza Ricardo Bucio Mújica dijo que la religión no es percibida por la población como uno de los factores que más provoque división en el interior de la sociedad mexicana.
Los resultados del último ejercicio estadístico nacional que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que en los últimos 10 años ha habido cambios en las creencias religiosas de los mexicanos.
La religión católica tuvo un descenso en el número de fieles, que va de 87.9% a 82.7% (83.9% si se excluyen los no especificados del total).
En contraparte, las iglesias evangélicas en sus diversas expresiones (protestantes históricas, pentecostales) son seguidas por 7.5% de la población.
Siguiendo en el rubro del cristianismo, el Conapred explicó que ahora también son relevantes iglesias no clasificadas como evangélicas, como los Testigos de Jehová (1.4% de seguidores), los Adventistas del Séptimo Día (0.6%) y los Mormones (0.3%).
Factor de discordia
La Encuesta Nacional de Discriminación en México (Enadis) 2010 revela que 35.6% de la población percibe que la religión provoca mucha división.
No obstante, en comparación con otros elementos evaluados con relación a qué intensidad la religión divide a la personas, se afirma que ésta no es uno de los principales factores de polarización, pues en primer lugar se ubica a la riqueza, con 59.6%.
En segundo lugar están los partidos políticos, con 46.9%; en tercero, la educación, con 44.4%, y la repartición de apoyos del gobierno, con 40%, dejando a la religión en el octavo sitio.
El Conapred explicó que todas las religiones han dado un paso en torno a la dignidad y a la libertad religiosa, ya que se entienden y promueven actualmente las diferencias, contrario a la lucha por imponer una sola religión.
Pero si no se entienden las diferencias propias de cada grupo, se corre el riesgo de violentar la dignidad en nombre de la igualdad, afirmó.
“La dignidad como núcleo constitutivo del ser humano conlleva necesariamente hablar de igualdad”, agregó.
El Conapred consideró que, por su naturaleza, la religión debe ser un factor que contribuya a combatir la discriminación, sin negar que, de hecho, en diversas ocasiones las creencias y convicciones religiosas han sido utilizadas para alentar esta práctica lesiva.
“Cada religión puede tener diferentes formas de describirse como ser creado, sin embargo todas ellas coinciden en la relevancia y centralidad del ser humano y por tanto hacer valer los derechos en función de su igualdad y del respeto que debe prevalecer ante las diferencias”, consideró la institución.
En este sentido, dijo, se ha iniciado un acercamiento con las distintas iglesias y comunidades religiosas para trabajar juntos en pro de la no discriminación.
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